* Objetivos comunes: una pareja ha de tener objetivos comunes para poder evolucionar. Metas que ayuden a alinear fuerzas y voluntades. Estas metas dan sentido y dirección. Permiten que se desarrollen emociones, ideas y esfuerzos comunes que fortalecen el vínculo.
* Lidear con la rutina: un obstáculo clásico de toda relación larga es la aparición de la desagradable y desgastante rutina.Nunca serán demasiadas las energías que se inviertan en crear estrategias que ayuden a vencer a este despiadado enemigo que se inmiscuye silenciosamente en la pareja, dañándola y envenenándola, si sus miembros no lo advierten a tiempo.
* Dar y recibir: una delicada armonía se necesita en esta área de la relación. Dar y recibir objetos, caricias, emociones, palabras de aliento, de apoyo, críticas saludables. Un ejercicio sutil, donde el desequilibrio genera desajustes de poder dentro de la relación, con consecuencias nefastas para ambos.
* Admiración y respeto: que la convivencia o la costumbre no te vuelvan ciego. Por que así dejarías de ver por que te enamoraste de esa persona. Nunca pierdas el respeto, por que confianza significa sensibilidad y conocimiento del otro, pero no descuido, falta de tacto o consideración.
* Cuidado personal y cuidado del vínculo: un dinámico y sutil equilibrio entre cuidarme y enriquecerme como individuo, sin descuidar a la pareja. Y un interés deliberado por alimentar la relación sin descuidarme a mi mismo ha de ensayarse día a día. Ni el egoísmo que “se corta sólo”, ni la fusión irresponsable dónde le cargamos al otro con la responsabilidad de hacernos felices…
* Comunicación: es de vital importancia en una pareja sana y responsable ejercitar la comunicación en todos los niveles. En lo sexual-corporal, por que la relación sexual es una forma de comunicación. En lo emocional, por que la ternura y los enojos forman parte de la comunicación. En lo psicológico-individual por que mi pareja NECESITA saber de mis deseos y necesidades, de mis gustos o disgustos con respecto a todo lo que atañe a la relación, y por que yo necesito saber lo mismo de mi amada/o. Para lo que necesito aprender a escuchar y aprender a decir las cosas correctamente.
* Amistad/compañerismo: este es uno de los puntos claves de toda relación de pareja. Una profunda amistad, una gran intimidad física, emocional, psicológica y espiritual. El acompañarse mutuamente en el placer y las necesidades, en los dolores y las alegrías. Estar en pareja es entre otras cosas tener la capacidad de atravesar innumerables experiencias de toda naturaleza a lo largo del tiempo.Todo lo que ayude a reforzar la amistad y el compañerismo será de inmensa ayuda para el vínculo.
* Aprender a discutir: ya que las peleas y las discusiones son una parte natural e inevitable de la vida en pareja, es necesario que podamos aprender a decir lo desagradable, a opinar y sentir diferente sin llegar al agravio. Un gran desafío: pelear “sin que la sangre llegue al río”.
* Sexualidad: es un área muy sensible y de inmensa importancia en todo vínculo. La sexualidad pide conciencia y diálogo. Es importante evitar la rutina, el automatismo, la arbitrariedad y toda conducta abusiva o de indiferencia. Los miembros de la pareja necesitan estar dispuestos a dialogar francamente sobre lo que les gusta y disgusta, sobre sus miedos y fantasías y sobre todo aquello que incremente y enriquezca la intimidad y la confianza en el vínculo.
* Diferenciar la intensidad de la plenitud: un error muy común es confundir las experiencias intensas con plenitud. Para combatir la rutina de la pareja puede crear situaciones en las que se ve impulsada a la búsqueda de experiencias intensas. En general son experiencias vacías, que producen desgaste y exponen riesgosamente a los participantes. La plenitud en cambio, es una vivencia cargada de sentido y de conciencia que enriquece sin poner en riesgo la relación.
* Lidear con la rutina: un obstáculo clásico de toda relación larga es la aparición de la desagradable y desgastante rutina.Nunca serán demasiadas las energías que se inviertan en crear estrategias que ayuden a vencer a este despiadado enemigo que se inmiscuye silenciosamente en la pareja, dañándola y envenenándola, si sus miembros no lo advierten a tiempo.
* Dar y recibir: una delicada armonía se necesita en esta área de la relación. Dar y recibir objetos, caricias, emociones, palabras de aliento, de apoyo, críticas saludables. Un ejercicio sutil, donde el desequilibrio genera desajustes de poder dentro de la relación, con consecuencias nefastas para ambos.
* Admiración y respeto: que la convivencia o la costumbre no te vuelvan ciego. Por que así dejarías de ver por que te enamoraste de esa persona. Nunca pierdas el respeto, por que confianza significa sensibilidad y conocimiento del otro, pero no descuido, falta de tacto o consideración.
* Cuidado personal y cuidado del vínculo: un dinámico y sutil equilibrio entre cuidarme y enriquecerme como individuo, sin descuidar a la pareja. Y un interés deliberado por alimentar la relación sin descuidarme a mi mismo ha de ensayarse día a día. Ni el egoísmo que “se corta sólo”, ni la fusión irresponsable dónde le cargamos al otro con la responsabilidad de hacernos felices…
* Comunicación: es de vital importancia en una pareja sana y responsable ejercitar la comunicación en todos los niveles. En lo sexual-corporal, por que la relación sexual es una forma de comunicación. En lo emocional, por que la ternura y los enojos forman parte de la comunicación. En lo psicológico-individual por que mi pareja NECESITA saber de mis deseos y necesidades, de mis gustos o disgustos con respecto a todo lo que atañe a la relación, y por que yo necesito saber lo mismo de mi amada/o. Para lo que necesito aprender a escuchar y aprender a decir las cosas correctamente.
* Amistad/compañerismo: este es uno de los puntos claves de toda relación de pareja. Una profunda amistad, una gran intimidad física, emocional, psicológica y espiritual. El acompañarse mutuamente en el placer y las necesidades, en los dolores y las alegrías. Estar en pareja es entre otras cosas tener la capacidad de atravesar innumerables experiencias de toda naturaleza a lo largo del tiempo.Todo lo que ayude a reforzar la amistad y el compañerismo será de inmensa ayuda para el vínculo.
* Aprender a discutir: ya que las peleas y las discusiones son una parte natural e inevitable de la vida en pareja, es necesario que podamos aprender a decir lo desagradable, a opinar y sentir diferente sin llegar al agravio. Un gran desafío: pelear “sin que la sangre llegue al río”.
* Sexualidad: es un área muy sensible y de inmensa importancia en todo vínculo. La sexualidad pide conciencia y diálogo. Es importante evitar la rutina, el automatismo, la arbitrariedad y toda conducta abusiva o de indiferencia. Los miembros de la pareja necesitan estar dispuestos a dialogar francamente sobre lo que les gusta y disgusta, sobre sus miedos y fantasías y sobre todo aquello que incremente y enriquezca la intimidad y la confianza en el vínculo.
* Diferenciar la intensidad de la plenitud: un error muy común es confundir las experiencias intensas con plenitud. Para combatir la rutina de la pareja puede crear situaciones en las que se ve impulsada a la búsqueda de experiencias intensas. En general son experiencias vacías, que producen desgaste y exponen riesgosamente a los participantes. La plenitud en cambio, es una vivencia cargada de sentido y de conciencia que enriquece sin poner en riesgo la relación.